20101018

Jugando con el Lego

"Cada niño crea sus mundos, los cuales van diluyéndose con el tiempo, hasta llegar a deshacerse entre las aguas de la realidad... Pero deben de ser como la energía, ya que con un poco de ejercicio de la memoria, somos capaces de volver a darles vida y bucear entre ellos..."

Mantiene sus ilusiones en el congelador,
mantiene vivas las esperanzas,
cada vez que mira del revés,
se da cuenta de su perfil optimista,

vive en cada uno de sus barquitos de papel,
cruza anchos charcos canturreando,
sigue almacenando besos en las mejillas,
al compás de un tango el baila un vals,

sus anhelos le sujetan la vida,
como se sujeta una marioneta,
con hilos de noches de insomnio,
con hilos de ojos soñadores,


mantiene intacto su cascarón,
con vela de bolsa de plástico de pipas facundo,
haciendo equilibrios sobre tablas,
a dos centímetros de altura,

mantiene sus pies algo alejados del suelo,
sigue suspirando de vértigo,
pasea en su gravedad cero,
agitando los brazos,
apartando el aire entre sus manos,
avanzando con su traje azul y plata,
atravesando pasillos de estrellas,
haciendo un giro del revés,
para arrojarse a los brazos del vacío,


se guarda las envolturas de los caramelos,
una a una y ordenadas por colores,
suma experiencias de sabores,
recordatorios de celofán,

sostiene libros de cuentos,
dibujos de otra dimensión,
tanteando las paredes del tiempo,
supone lo que supone cierto,

se acuesta sobre las leyes del hombre,
descansa sobre ciudades enteras,
el hombre bajo el roble de Otoño,
supone que mañana escuchará otra canción,
volverá a bailar al compás de un tango,
su vals particular de buenos días,

sujetará con mimo catamaranes de corcho,
hasta el momento de darles libertad,
a favor de las olas de Septiembre,
se encontrarán veinticinco años después,
entre el olor del azúcar quemado,
cerca de la frontera,
al lado de cada postal de su memoria,

esperará sentado en escalones desgastados por el mar,
aprehendiendo los reflejos del gasoil,
iridiscencias iridescentes colorillos colorines...

3 comentarios:

Al nivel del suelo dijo...

Los niños son las esponjas que ondean por los más angostos mares de la ilusión y el desenfreno, absorben los colores de las barcazas y los submarinos, los olores de su congelado porvenir y los ruidos de las maniobras cuando abren cada caramelo, a veces dulces otras más picante o más amargo..

Me ha encantado esta entrada y el video. ¡Buena referencia de Los Beatles!

Dejame que te cuente dijo...

que bonito...
la frase del principio me dió de lleno..
de haber sabido que las ilusiones se guardan en el congelador...kiza mi vida hubiera sido diferente.....


encantada de visitarte
abrazossss

antonioaa dijo...

Muchas gracias por vuestras visitas, por vuestras palabras :)

es una gozada saber que hay alguien que se pasa a leer lo que se dibuja en la cabeza de uno, ¿verdad?

los niños son justo eso, esponjas, hay que tener un cuidado máximo en lo que se les va enseñando, que no sobreprotegerlos, sólo enseñarlos a apreciar lo bueno que hay alrededor de ellos...

las ilusiones siempre quedan en el congelador, mira bien, porque a lo mejor siguen ahí, sólo que escondidas, y aún puedes sacarlas de ese rincón...

abrazos!!!!! grandes!!!! :)

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