Todo lo que aún queda colgado

"De los jugadores racionales y de los que creen en la suerte como compañera de juegos, de las decisiones que se deben tomar y del deseo de encontrar la esencia; de comprenderse y de aceptarse..."

Cuelgan de mis manos unas llaves, 

cuelgan las desesperadas palabras de quien llama, 

cuelgan las voces de quien juega al parchís, 

que si yo quiero las fichas amarillas, 

que si yo prefiero las azules, 

y a qué juegas tú, 

que caminas hacia mi con esa mirada de decidida decisión, 

al volar y al apretar tan fuerte la razón, 

ahogados entre lamentos de ciencia ficción, 

Presumiendo delante de algún espejo

"Acerca de los avances que se logran en el camino, como quien juega al Super Mario y va encontrando premios que le hacen ser mejor, aunque luego acabe volviendo a comenzar, sabiendo que un día llegarás al mejor final..."

Presumo de no saber, 

de no querer meterme en fregaos que no son los mios, 

que se mis limitaciones, 

que sé que no me gustan los charcos demasiado grises, 

que sé que no me gusta la gente que llega tarde, 

ni los pájaros que roban huevos y salen de la cárcel de los pájaros en dos días, 

presumo de no saber nadar en océanos profundos, 

de imaginar que bajo mis pies en la oscuridad, 

hay demasiada oscuridad nerviosa, 

presumo de ser una estrella menguante en un mundo tan grande, 

de ser un perfume de los de frasco pequeño, 

un perfume con tendencia a olvidarse, pero perfume,

El que marca mi camino

"De los caminos que uno emprende, y de lo que va descubriendo según avanza y avanza, mirando hacia atrás y viendo cada herida, asumiendo que uno mismo va por donde quiere o puede, asumiendo las culpas para tirar p'arriba de un salto, sabiendo que hay una salida a tanto desvarío..."

Desde cada rincón donde encontré papelillos en el suelo,

delirando entre el humo y las sombras,

papelillos llenos de respuestas que no lo fueron,

desde cada rincón donde me dijeron que podía ir,

desde que llegué a confiar en que eran otros los que dibujaban por mi,

reptando entre tablillas clavando en mi pecho mil astillas,

para descubrir con vergüenza en mis ojos,

que fui yo el único que marcó los muros con marcas rojas y blancas,

desde cada rincón donde leí respuestas escritas por mi mano derecha,

creyéndome a pies juntillas las "verdades" envenenadas de mi propia tempestad,

Afianzando las raices y las ramas

Afianzando las raices y las ramas,

que ni los robles oculten los motivos,

que se me seque la sangre en las heridas,

y cautericen todas las cicatrices,

con un poco de saliva de la de cura cura sana...,

otro poco de sol mañanero para abrir los ojos,

y muchos buenos días,

Los caminos de la araña

Los nuevos caminos exigen nuevas presentaciones, nuevos mapas, nuevas configuraciones, nuevos recorridos, aunque se traten de antiguos caminos que alguna vez se marcaron a través de bosques y ríos. Los nuevos caminos exigen cautela, exigen sacrificios, y conllevan descubrimiento y una sorpresa continua, la sorpresa de los niños ante el mundo que les rodea. Ya ha llovido demasiado sobre mi cabeza, y aunque suene casi de la misma manera (lo que uno lleva en la mochila, lo lleva para siempre aunque se dedique a tratar de vaciarla), trato de empezar un nuevo camino, no exento de lluvia, tan sólo un camino diferente... Los caminos de la araña... Un saludo si has llegado aquí... Un saludo si decides permanecer aquí, muchas gracias...